El pasado domingo parte del equipo Master Deportes Fernando, acudió a la localidad asturiana de Cangas de Onis para participar en la clásica marcha cicloturista a los Lagos de Covadonga. Gracias al equipo Julymar de Valladolid que nos dejo el mítico tiburón de 7 plazas para desplazarnos todos en un solo coche.Parece mentira como un coche con tantos años y con mas de 1 millón de kilómetros sigue dando guerra.
Las previsiones meteorológicas auguraban un tiempo de perros, y desde el viernes en la recogida de dorsales ya empezó a llover y ya no lo dejó en toda la noche, mientras dormíamos escuchábamos como
jarreaba fuera que junto a los gallos, gatos, y demás fauna de la zona era complicado dormir.
A las 7 arriba para desayunar, y como no, seguía lloviendo. Pero la verdad es que todos teníamos claro que habíamos ido hasta allí para salir, así que nos ataviamos de chubasquero y a la salida con el tiempo justo para no mojarnos mas de lo debido. Miguelín ademas se olvidó del chip y le tocó darse la vuelta al hotel para buscarlo. Así que salimos de los últimos y a remar, y no por el agua que había sobre la carretera sino por la cantidad de grupos que había ya de salida. Llegábamos a un gran grupo pensando que ya era la cabeza y resulta que por delante había otro enorme. ¡¡A por el¡¡ y así de grupo en grupo hasta llegar al que pensamos que era el segundo gran grupo, la cabeza no la vimos el pelo nunca.
Y llegó el primer puerto, La tornería, a partir de aquí maricón el ultimo y cada uno por su lado. La lluvia arreciaba y debido a la gran pendiente del puerto la rueda patinaba, lo pasamos bastante adelante, creo que coronamos cerca de cabeza. Canario iba en un grupo por detrás de los de cabeza, Toño en el siguiente grupito y por allí llegó Miguelin después de darse el palizón del siglo después de salir tarde por volver al Hotel a por el chip. Cazó al grupo de Canario y a muerte para adelante, hasta que subiendo la rebollada Canario pinchó, ¡¡Que putada¡¡, no por perder puestos, sino por para y tener que reparar con el frio que hacía y la cantidad de agua que caía.
Ya en las rampas de Lagos, el tío del Mazo estaba en la huesera esperando a Miguelín y le dió en toda la jeta. por lo que cuenta tenía alucinaciones y todo, tuvo que parar para tomarse un gel y llegó arriba como pudo. A continuación Canario, Masa y Angel coronaron esta mítica cima y un poco mas tarde Platos y Toño.
Pero lo peor estaba por llegar, el descenso fue un infierno, calados, con poco abrigo, con frío y sin poder bajar rápido porque de frente seguían subiendo participantes. Así que las manos se nos caían del frío y de apretar las manetas con fuerza. Las zapatas desaparecían por momentos y las caras de Masa y Miguelín eran un poema, que pena me daban, jejeje.
Ya en el hotel pudimos ducharnos y calentarnos un poco para poder ir al pabellón a recoger la bolsa de comida y el diploma con los tiempos.
Aunque el día climatologicamente hablando fue horrible, creo que en el fondo esto a los ciclistas nos gusta, ese sufrimiento extremo lo necesitamos para sentirnos realizados como deportistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario